top of page
  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram
Buscar

El renacer de la mujer estelar

ree

Una pausa. Un respiro. La mujer estelar recordando su origen


Hay un rumor en el universo que solo las mujeres estelares pueden escuchar. Es el eco del origen recordándonos quiénes fuimos antes de olvidar. Antes de ser lo que somos, desde la matriz misma del universo.


Hoy me encuentro aquí, divagando, sumergida en pensamientos y reflexiones por el simple y sagrado hecho de sentirme mujer desde la esencia sublime de mi existencia. Con el paso del tiempo, las mujeres hemos ido perdiendo ese rol esencial que siempre nos correspondió. Quizás por las voces externas, por las falsas imágenes, por la confusión sembrada sobre lo que verdaderamente significa ser mujer.


Desde tiempos inmemoriales la mujer ha sido el alma del hogar, y por ende, el alma de la sociedad. Conectar con nosotras mismas desde esa fuente divina —donde lo carnal y lo espiritual se funden— nos devuelve a la comprensión, a la empatía y a la tolerancia. Nos permite discernir y actuar con sabiduría, incluso ante lo inesperado.


La mujer fue, es y será, guía del clan familiar, guardiana de la vida, transmisora de la luz espiritual a través de la palabra, del alimento, de la caricia, de la oración. Así lo fue desde las antiguas tribus hasta los tiempos de Jesús. Así lo fue Esther, la reina judía que, guiada por su conexión con Dios, intercedió ante el rey persa y salvó a su pueblo. Así han sido miles de mujeres a lo largo de los siglos: sabias, sanadoras, maestras de hierbas y flores, guardianas de la alquimia natural de la Tierra.


Yo provengo de un linaje de mujeres que han sufrido. Mujeres que cargaron memorias de dolor, pobreza, maltrato, y también de una fuerza inquebrantable. Mujeres que, aún en la oscuridad, no dejaron de encender su luz. Y a mí, en esta era, me correspondió cortar con ese ciclo ancestral de tristeza y perpetuación del dolor. Elegí sanar para que mis hijas no heredaran esas memorias. Elegí recordar quién soy.


Ese rumor del universo —ese canto que sólo las mujeres estelares pueden escuchar— es el eco de nuestras raíces, la voz de nuestras ancestros que nos recuerda nuestra verdadera belleza, nuestro poder de sanación, nuestra capacidad de crear mundos con la palabra.

Por eso nació Alma Escrita: como un puente entre la voz humana y la voz del alma, como la pluma que canaliza lo invisible y lo convierte en verdad.


Porque una mujer consciente de su origen es imparable.

Una mujer estelar despierta es capaz de convertir cada desafío en una victoria.

Estamos viviendo el tiempo del renacer, el instante en que la mujer recupera su trono de luz y su conexión con lo divino.

Somos las hijas del cielo y de la tierra.

Somos las que recuerdan, las que siembran, las que aman, las que sanan.


Hoy escribo esta entrada para honrar a todas ellas… y para recordarte, hermana, que la mujer estelar también vive dentro de ti.


Con profundo amor: Yirka Gonzalez

ree

 
 
 

Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
bottom of page