Tu casa refleja tu interior
- yirka9905
- 31 ago
- 2 Min. de lectura

Desde esta profunda libertad en la que me encuentro, con mi mente libre y sin divagues, me siento absolutamente conectada con la fuente esencial que me abraza, con esa fuente primordial que lo es todo.
Hoy comprendo que nuestro hogar es el reflejo de nuestro interior. La casa es un espacio de recogimiento, nuestro santuario. Allí pasamos gran parte de nuestra vida: nos alimentamos, descansamos, creamos familia y nos descubrimos a nosotros mismos.
Cuando una casa está desordenada, sucia o llena de objetos innecesarios, suele hablarnos de un interior descuidado. Una casa saturada refleja un cuerpo cargado de excesos y una mente atrapada en lo superfluo. Decoraciones rotas o espacios abandonados nos señalan heridas que no atendemos, pensamientos que no cuidamos o vínculos que nos intoxican.
Nuestro templo es nuestro cuerpo, y nuestra casa física es su espejo. El entorno en el que habitamos influye directamente en nuestro bienestar. Vivir en ambientes cargados de ruido o relaciones tóxicas es como habitar un hogar lleno de polvo: asfixiante y desconectado.
Por eso, la casa de nuestros sueños debe estar alineada con nuestra esencia. Un lugar natural, armónico, que respire con el agua, la tierra, el fuego y el aire. Desde allí podemos escribir, crear, sanar y cumplir con nuestra misión de servicio y amor.
En este momento de mi vida yo también estoy en esa búsqueda. Quiero un hogar mucho más alineado con m i propósito, donde mi familia halle paz y donde mi pluma siga floreciendo en servicio para los demás.
Te propongo un ejercicio de escritura:
• Describe tu casa interior.
• ¿Qué ventanas necesitan abrirse?
• ¿Qué habitaciones llevan años cerradas?
• ¿Qué objetos debes mover o soltar?
Recuerda: una casa que se ordena y se limpia es también un alma que se reencuentra consigo misma. La casa nos habla. ¿La escuchas?
Con profundo amor: Yirka Gonzalez







Comentarios